Una vez un hombre llego a escuchar sobre la leyenda de un tesoro, el era un hombre modesto y dueño de una tienda; así que entusiasmado por la historia y el deseo de tener mas, se puso en marcha y fue a buscarlo; tras encontrar el supuesto sitio del tesoro se dispuso a excavar, encontrando, después de todo su esfuerzo, un cofre.
Si el cofre era grande, pequeño o mediano, no lo se, solo se que el hombre estaba feliz por haberlo encontrado; mas esta felicidad duro poco, pues cuando lo abrió se dio cuenta que solo había mas tierra y guijarros. Él hombre decepcionado cerro el cofre pero aun así decidió llevárselo a su casa.
Después de eso, decidió seguir con sus actividades diarias; atender su tienda, la cual era su único y mejor sustento, y para no considerar inútil su hallazgo decidió usar esa tierra para rellenar unas botellas y usarlas de adorno en su establecimiento.
Ya pasado un tiempo, en una ocasión que se encontraba en su tienda, un hombre mayor pasaba por ahí. Su aspecto era modesto y con lo poco que tenia se le acerco al tendero y le dijo "siempre que paso por aquí y veo su tienda, me llama mucho la atención esas botellas; pero dígame, solo para saciar mi curiosidad, ¿cómo le hizo para meter esas enormes monedas doradas en esos frascos?" el tendero se sorprendió de su comentario, volteo hacia atrás para ver a los frascos y extrañado le preguntó "¿usted ve monedas?" y viejo dijo acentuando con la cabeza "si". Él tendero tomo las botellas y se las dio "tenga lleveselas".
Si la historia tiene un final triste o feliz, lo ignoro; pienso que mas bien es cuestión de usted... todo depende de como se mire...
Si la historia es real o no; bueno, tampoco lo recuerdo, solo recuerdo a mis padres habérmela contado.
Si el cofre era grande, pequeño o mediano, no lo se, solo se que el hombre estaba feliz por haberlo encontrado; mas esta felicidad duro poco, pues cuando lo abrió se dio cuenta que solo había mas tierra y guijarros. Él hombre decepcionado cerro el cofre pero aun así decidió llevárselo a su casa.
Después de eso, decidió seguir con sus actividades diarias; atender su tienda, la cual era su único y mejor sustento, y para no considerar inútil su hallazgo decidió usar esa tierra para rellenar unas botellas y usarlas de adorno en su establecimiento.
Ya pasado un tiempo, en una ocasión que se encontraba en su tienda, un hombre mayor pasaba por ahí. Su aspecto era modesto y con lo poco que tenia se le acerco al tendero y le dijo "siempre que paso por aquí y veo su tienda, me llama mucho la atención esas botellas; pero dígame, solo para saciar mi curiosidad, ¿cómo le hizo para meter esas enormes monedas doradas en esos frascos?" el tendero se sorprendió de su comentario, volteo hacia atrás para ver a los frascos y extrañado le preguntó "¿usted ve monedas?" y viejo dijo acentuando con la cabeza "si". Él tendero tomo las botellas y se las dio "tenga lleveselas".
Si la historia tiene un final triste o feliz, lo ignoro; pienso que mas bien es cuestión de usted... todo depende de como se mire...
Si la historia es real o no; bueno, tampoco lo recuerdo, solo recuerdo a mis padres habérmela contado.